Hola cariño, tu no sospechabas nada, pero este año, pensábamos darte una fiesta sorpresa por tu cumpleaños, "50 años", pero el destino ha querido mantenerte eternamente joven, sin pasar la barrera del medio siglo. La idea era que ese día nos pudiésemos reunir todos los que te queremos: los viejos amigos, los amigos de siempre, los nuevos amigos, tu familia... Todos celebrando contigo y por ti; pero la vida tiene giros grotescos, y efectivamente todos estaremos reunidos por ti, pero no un 19 de Mayo, sino un 5 de Mayo y no para brindar contigo y disfrutar de tu risa escandalosa; nos reuniremos para intentar encontrarte y traerte de vuelta a casa, a tu casa. Sé que no podremos verte, ni abrazarte, pero necesitamos sentirte cerca aunque sea una última vez. No sabes la falta que nos haces. Cada rincón, cada escena cotidiana nos recuerda a ti y tenemos tantos recuerdos...
Por mi parte cuando por las noches me quedo sola y puedo por fin volver a sentir, me gustaría ser libre para decidir; entonces cierro los ojos y pienso en ti... En ese instante lo único que deseo es dejarme ir, respirar profundo, dejarme ir contigo y descansar; librarme de esta triste carga y volar libre a tu encuentro.